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sábado, 14 de enero de 2012

Controlar los celos

Los celos patológicos (inmotivados, obsesivos) pueden destruir una relación. La persona celosa tiene pensamientos intrusivos que no se puede quitar de la cabeza y para calmar su ansiedad recurre, a menudo, a conductas de control de su pareja (por ejemplo, inspeccionar su móvil o formularle preguntas recurrentes acerca de con quién ha estado, etc.) y/o intenta restringir su libertad de diversas maneras (broncas, manipulaciones, etc.)
Si te identificas como persona celosa o insegura en las relaciones afectivas, te sugiero que:
-       Diferencies tus sentimientos de celos de los comportamientos celosos. Es decir, tienes un sentimiento dentro de ti, pero puedes elegir actuar de acuerdo con él o no: no tienes que obedecer necesariamente a lo que éste te impulsa a hacer (conductas de control, manipulaciones, etc.). Puedes controlar esto si te lo propones.
-       Evita broncas y comentarios agresivos del tipo “¿por qué le hablaste a aquel chico/a?”, etc. En lugar de eso, expresa tus sentimientos de inseguridad, pide apoyo emocional a tu pareja, etc.
-       Sustituye tus conductas de control por estrategias para aumentar las interacciones positivas con tu pareja. Por ejemplo, planifica una salida de fin de semana o una cena romántica con ella/él o hazle un regalito inesperado.
-       Céntrate en lo que sucede, no en lo que crees que está sucediendo. No dejes que tu imaginación te haga confundir la realidad con la fantasía. Tus pensamientos no son la realidad, sino tan sólo “hipótesis” sobre esa realidad.
-       Revisa tus creencias y expectativas poco realistas acerca de las relaciones afectivas. Por ejemplo, acerca de que relaciones anteriores que tu pareja tuvo pueden constituir una amenaza para ti; o de que tu pareja nunca debería sentirse atraída por nadie más que tú; o de que tienes poco para ofrecer y que nadie querrá de verdad estar contigo.
-       Cuando tengas pensamientos relacionados con los celos, párate, respira profundamente, y pregúntate qué evidencia tienes de tus sospechas, o de qué otra manera podrías interpretar la situación (por ejemplo, tal vez tu pareja no quiere tener relaciones sexuales contigo en un momento dado porque está cansada/o y no porque ya no te quiera). Y cambia tus pensamientos distorsionados por otros más realistas. Por ejemplo, dite a ti mismo/a que eres una persona valiosa con quien tu pareja ha escogido estar, en lugar de “no valgo suficiente para que mi pareja me quiera”.
-       Acepta que no puedes tener la seguridad total en una relación afectiva, que nunca puedes estar totalmente seguro/a de que tu pareja no te rechazará, etc. Pero si espías, acusas, agobias y promueves discusiones puedes provocar lo que más temes (= profecía de autocumplimiento)

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