Cuentan que entrando en la ciudad de Chartres, un peregrino se encontró a un hombre picando piedras, malhumorado.
- ¿Cuál es tu trabajo?- Le preguntó el peregrino
- Ya lo ve, pico piedras. Tengo sed, me duele la espalda, tengo un trabajo agotador -, le contestó aquél.
El peregrino, no conforme con la respuesta recibida, siguió caminando y le formuló la misma pregunta a otro hombre que también picaba piedras:
- Mire, yo me gano la vida con este trabajo – le respondió el segundo hombre
Más adelante, se encontró con una tercera persona que estaba haciendo el mismo trabajo y sonriendo. Le preguntó lo mismo.
- Estoy construyendo una catedral – le respondió ilusionado el tercer hombre
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